El hongo del pie es una enfermedad de la piel que se manifiesta con la reproducción activa en la epidermis de ciertos tipos de hongos. Hoy en día, tanto las personas mayores con un sistema inmunitario debilitado como los niños son susceptibles a esta enfermedad. Los signos de un hongo en las piernas dependen del tipo de patógeno del proceso infeccioso y el volumen del pie afectado y la placa de la uña, y en diferentes etapas tienen ciertas diferencias, lo que indica la progresión de la infección. Debe saber cómo reconocer un hongo en sus pies, lo que le permitirá comenzar el tratamiento de manera oportuna y detener su desarrollo.
Síntomas de la enfermedad
El lugar principal para el desarrollo del hongo en las piernas con mayor frecuencia se convierte en el área entre los dedos de los pies. Esta patología se acompaña de la aparición de síntomas como ardor, picor intenso y enrojecimiento de la epidermis. Además, una persona puede observar una piel hinchada y escamosa, así como la formación de ampollas en las piernas y una mayor sequedad de la dermis.
Los mismos síntomas de un hongo en las piernas pueden presentarse en la planta del pie, y van acompañados de una queratinización excesiva de la piel. La insidiosidad de tal enfermedad radica en el hecho de que, durante su curso, es posible la formación de un hongo difícil de tratar en las piernas y las heridas mismas se encuentran en un estado de superinfección.
¿Cómo reconocer el hongo en las piernas y qué síntomas pueden indicar el inicio del desarrollo de la enfermedad? Los primeros signos de la enfermedad son la aparición de pequeñas escamas, es decir, varios tipos de descamación, que van desde pequeñas pitiriasis hasta grandes lamelares. Existen diferentes tipos de hongos que provocan el desarrollo de la enfermedad, pero todos se caracterizan por los mismos signos:
- En la etapa inicial de su desarrollo, la patología procede sin la aparición de síntomas pronunciados. En primer lugar, los pliegues interdigitales se ven afectados y, con mayor frecuencia, entre el tercer y cuarto dedo.
- A medida que avanza la enfermedad fúngica, los lados de los pies se ven afectados y se extiende gradualmente hasta el tobillo.
- Con una infección por hongos en los pies, la piel se espesa notablemente, se agrieta y comienza a brillar.
- La piel se vuelve demasiado seca y comienza a picar mucho. Además, la epidermis se vuelve muy roja y sus áreas afectadas se inflaman.
- Los pacientes comienzan a quejarse de dolor y ardor en los pies.
- Con la transición de la enfermedad a una forma desatendida, comienzan a aparecer ampollas en la piel. Cuando se abren, las áreas afectadas de la piel se humedecen mucho y se suavizan.
Hay varias formas de hongos en los pies, y cada uno de ellos se acompaña del desarrollo de ciertos síntomas.
formas de patología
Los expertos identifican los siguientes tipos de hongos que pueden afectar la piel de las piernas:
- interdigital;
- hiperqueratósico (mocasín);
- dishidrótico.
La forma más común de hongo interdigital en los pies es la interdigital, que se caracteriza por la aparición de ciertos signos:
- la mayoría de las veces, el área de los dedos cuarto y quinto se convierte en el lugar de localización de esta forma de hongo.
- a medida que avanza la enfermedad, la piel adquiere un aspecto escamoso característico y puede agrietarse severamente;
- entre 3, 4 y 5 se forma una grieta supurante o embudo, el cual está rodeado de escamas de piel seca de color blanco o verde.
Las lesiones cutáneas fúngicas interdigitales pueden ser secas o húmedas. En el caso de que se detecte un hongo interdigital húmedo, la piel se ve hinchada. Con una lesión seca de la epidermis, se observa su descamación y desprendimiento.
El primer signo de un hongo del pie parecido a un mocasín es el dolor, cuya manifestación se observa en el pie. A medida que avanza la patología, se observa un engrosamiento paulatino de la piel de la suela, lo que provoca la formación de grietas.
Esta forma de enfermedad fúngica de las piernas se considera la más difícil y descuidada, pero es fácil de reconocer. Una enfermedad fúngica puede manifestarse en la derrota de las placas ungueales, en cuyo caso adquieren un engrosamiento característico, son propensas a desmoronarse e incluso pueden caerse por completo.
La forma vesicular del hongo se caracteriza por la formación de ampollas, dentro de las cuales hay un líquido transparente. Gradualmente, tales ampollas maduran, se vuelven turbias y se abren, lo que provoca la formación de erosiones de varios tamaños. La localización principal de las burbujas se convierte en el área más cercana a los dedos de los pies en la suela, pero es posible que se extiendan por todo el mocasín.
La forma vesicular de una enfermedad fúngica se considera bastante rara, pero mucho más fácil de tratar. Esto se debe al hecho de que las vesículas se convierten en el lugar de localización del patógeno, es decir, no penetra en las capas más profundas de la piel. Cuando una infección viral o fúngica se une a una enfermedad fúngica vesicular, se observan lesiones cutáneas graves y el tratamiento se vuelve difícil.
Los especialistas distinguen una forma borrada del hongo en las piernas, en la que todos los síntomas están borrosos. El diagnóstico de tal patología es bastante problemático, ya que la piel afectada parece una simple pierna desordenada. En un paciente con tal hongo de los pies, los síntomas son coloración amarillenta de las uñas y descamación de los pies, pero son tan leves que el paciente no les presta atención.
La forma borrada del hongo avanza en oleadas, es decir, en la estación cálida se agrava y en invierno desaparece casi por completo. Con cualquier debilitamiento del sistema inmunológico, se observa una fuerte exacerbación de la enfermedad, lo que crea dificultades en el tratamiento de los hongos en los pies.
¿Cómo reconocer la onicomicosis?
Los signos de hongos en las uñas pueden variar significativamente en diferentes etapas, lo que indica la progresión de la infección. ¿Cómo comienza el hongo en las uñas de los pies y qué signos debo tener en cuenta?
- En la primera etapa, no hay síntomas característicos de la lesión y aparecen rayas y manchas apenas perceptibles en la uña. En el caso de que ignore los primeros signos de la enfermedad y comience el hongo, es posible que se acumule pus en el área de las placas periungueales. El resultado de tal proceso patológico es la gangrena o amputación de las extremidades inferiores.
- Con el segundo grado de enfermedad fúngica, el brillo natural de las uñas desaparece. Gradualmente, la uña cambia de color y se forman rayas blancas y marrones. Es posible la deformación de la parte superior de la uña y sus secciones laterales. La etapa avanzada del daño bacteriano en las uñas se caracteriza por su mayor fragilidad, delaminación e inflamación de la cutícula. La patología continúa su progresión y se extiende a otras uñas y pies.
- En la tercera etapa de la onicomicosis, la uña se vuelve amarilla o marrón sucia. Además, se afloja demasiado, se espesa y se queda atrás del lecho ungueal. A menudo, cuando se usan zapatos, comienza un dolor intenso y la picazón en la piel se vuelve simplemente insoportable.
Existen varios tipos de infecciones fúngicas de las uñas de los pies, cada una de las cuales provoca la aparición de determinados síntomas.
- La onicomicosis hipertrófica se acompaña de un engrosamiento de la uña y su tinción en amarillo. La uña se desmorona bien y debajo se ve una epidermis engrosada.
- La onicomicosis atrófica provoca el adelgazamiento de la uña y su destrucción, y debajo de ella se ve piel queratinizada.
- La onicomicosis, cuando se ve afectada por hongos mohosos, a menudo no se desarrolla como una enfermedad independiente, sino en el contexto de otras patologías.
La uña se puede teñir de amarillo, marrón, verde o negro. A menudo se desarrolla una complicación en forma de inflamación del lecho periungueal con liberación de pus.
Prevención de la patología
Con el funcionamiento normal del sistema inmunológico, es poco probable que los hongos en las uñas comiencen a desarrollarse después de la infección, ya que el cuerpo puede hacerle frente por sí solo. En el caso de que una infección por hongos todavía afecte los pies y las uñas, es necesario someterse a un tratamiento eficaz. Cuanto antes comience la lucha contra dicha patología, mayores serán las posibilidades de que el paciente se recupere por completo.
La lucha contra los hongos en los pies se considera un proceso bastante laborioso, por lo que es más fácil prevenir el desarrollo de la enfermedad. Para ello, se deben observar las siguientes medidas preventivas:
- mantener los pies secos;
- no use los zapatos de otras personas;
- elija calcetines que estén hechos de tela de algodón;
- No corras descalzo en la playa.
Cuando aparecen los primeros signos de un hongo en las piernas, debe comunicarse con un especialista. Es importante identificar la patología desde el comienzo de su desarrollo y evitar una mayor progresión, lo que ayudará a evitar muchas complicaciones. Para comprender cómo determinar el hongo en las piernas, debe consultar a un dermatólogo.